Ejemplo: Sufriste hostigamiento constante por parte de tu jefe o compañeros, con gritos, insultos o sobrecarga de trabajo, provocándote estrés, ansiedad o una enfermedad.
Ejemplo: Revisaron o intervinieron tus correos electrónicos, mensajes de WhatsApp o llamadas sin tu consentimiento. Incluso, pueden haber vulnerado tu privacidad si instalaron cámaras en tu lugar de trabajo.
Ejemplo: Recibiste comentarios, insinuaciones o tocamientos de carácter sexual no deseados, o sufriste maltrato reiterado con el fin de que renunciaras.
Ejemplo: Te prohibieron opinar o manifestar ideas sobre tu trabajo o condiciones laborales, incluso fuera de la empresa, bajo amenaza de sanción o despido.
Ejemplo: Te propusieron ciertas condiciones laborales, pero una vez contratado, las condiciones reales eran menos favorables y no respetaban lo pactado inicialmente.
Ejemplo: Fuiste despedido/a después de presentar una denuncia o demanda laboral, reclamar ante la Inspección del Trabajo o declarar como testigo en un juicio.
Ejemplo: Recibiste un trato desigual o fuiste excluido/a de oportunidades por tu género, edad, nacionalidad, embarazo, discapacidad u orientación sexual.